Relatoría 2 / Preparando el suelo para la siembra: la gestión de las licencias

Relatoría 2 / Preparando el suelo para la siembra: la gestión de las licencias

Florencia Roveri - 26 agosto, 2022

En este relato conoceremos más sobre Semillas del Surde Villa Ciudad Parque en la provincia de Córdoba.

Licenciar es, entre otras cosas, dar permiso. Para formalizar el funcionamiento de una red comunitaria es necesario contar con unos permisos que habiliten su funcionamiento. Fue a esta tarea, a la que se le dedicaron parte de los primeros encuentros en el Semillero. Se trata de la inscripción en el RuPECo y la solicitud de la licencia VARC que se realizan en el ámbito institucional del Ente Nacional de las Comunicaciones, ENACOM, ente que regula las telecomunicaciones en Argentina. En el encuentro del 2 de junio el equipo de Altermundi presentó a todas las organizaciones estas gestiones y describió todo el proceso para tramitarlas.

RUPeCo es el Registro Único de Personas Responsables de Servicios de Comunicación, que “genera un legajo por cada persona o entidad que se registre como licenciatario, autorizado y/o permisionario TIC”, y es requisito excluyente para solicitar licencia de prestador TIC y para solicitar financiamientos de ENACOM.

La licencia VARC (por Valor Agregado para Acceso a Internet Redes Comunitarias), por su parte, es la licencia emitida por ENACOM, destinada a la Prestación de Servicios TIC de conectividad con Internet para Redes Comunitarias. Quienes tienen esta licencia son parte del articulado de redes comunitarias reconocidas por ENACOM. La Licencia VARC es requisito excluyente para postular a los programas Roberto Arias y Barrios Populares y el RUPeCo es excluyente para gestionar la Licencia VARC.

 

En estos primeros encuentros del Semillero Jesica de Altermundi compartió algunas generalidades sobre las licencias para despejar y allanar dudas sobre el uso de la plataforma de Trámites a Distancia (TAD) desde la que se realizan. Repasaron algunos puntos como por ejemplo los tipos y tamaños de documentos que es posible subir a la plataforma (que pueden ser jpg, png, pdf y que no superen los 20 MB) o sugerencias sobre las organización de los archivos adjuntos, como sumar en un solo PDF los archivos relacionados que responden a un ítem de requisito, para que cuando quien revise la presentación, encuentre todo junto y así agilizar el entendimiento por parte de ENACOM.

 

Para comprender mejor la necesidad y el sentido de cada una de estas licencias, Jesica aclaró que “el RUPeCo es un trámite básico, que informa a ENACOM quienes somos, y a qué organización representamos. Es una presencia oficial”. Y requiere documentos como la constancia de inscripción en AFIP y el escaneo de DNI de quien realiza el registro. La licencia VARC, por su parte, pide el número de inscripción en RUPeCo. “Cada gestión devuelve un número de trámite y cuando lo aprueban un número de inscripción. Es importante guardar esos números en algún lugar fácil de encontrar” aclaró..

 

“La licencia VARC tiene poco tiempo en Argentina y es pionera en el mundo. Es una licencia para prestación de servicios TIC específica para redes comunitarias, que implica un reconocimiento de ambas partes de que el Estado está comunicándose con una red comunitaria” comentó Jesica compartiendo parte de la historia de estos recursos.

 

La RUPeCo es una licencia que tiene más requisitos de inscripción. Pide una serie de documentos que quien esté a cargo de la administración de la organización identifica fácilmente, como el acta constitutiva, el registro de personería jurídica, la entidad que la otorga –que varía de acuerdo a la institucionalidad de cada provincia–, el estatuto y sus modificaciones, el trámite de ingresos brutos, el acta de autoridades y la inscripción de INAES si corresponde. Esta última inscripción, destacan, facilita la presentación al Roberto Arias, porque las organizaciones inscriptas en INAES tienen prioridad de aprobación.

 

Registro de licencias en vivo

Para el encuentro del 9 de junio en el Semillero se propuso realizar el registro de RUPeCo y la solicitud de la licencia VARC en vivo, y así en conjunto revisar dificultades y dudas que se pudieran presentar. Martín Ferreira de la organización Semillas del Sur fue quien realizó la gestión.

 

Martín se sumó al encuentro virtual desde dos equipos y fue haciendo y compartiendo todo el trámite . Su primer paso fue ingresar a la plataforma de Trámites a Distancia (TAD) que le solicitó identificarse desde la página web de AFIP. Al iniciar el trámite es importante definir que el trámite se realiza a nombre de la Asociación y no a nombre personal. Buscó RUPeCo en el menú de trámites ofrecidos y comenzó. Jesica aclaró que los datos es posible actualizarlos luego y también destacó que es posible hacerlo solo completando los campos señalados como obligatorios.

 

Para agilizar la cuestión, Martín ya contaba con todos los documentos a la mano. Los había reunido en una carpeta que Altermundi creó para cada organización en la nube –en un servidor que provee Código Sur de Costa Rica, una alternativa libre a los recursos que usualmente utilizamos para archivar documentos en la nube– para que puedan reunir allí la documentación y todas las producciones del proceso. Cargó los documentos, yendo y viniendo del formulario a su carpeta. Por momentos la conexión se demoraba. “Le cuesta a la nube ir para atrás” dijo Martín. “Es que es para adelante, siempre adelante” fue la respuesta.

 

Martin fue completando los datos a nombre de la asociación civil Semillas del Sur, evaluando en cada paso cuándo debía poner un dato personal y cuando uno de la organización. “El CUIT de las asociaciones son del 30” aportaron para ayudarlo en la decisión. “Ahora tenés 54 ojos mirando tu trámite” calculó Nicolás de Altermundi para dar tranquilidad a Martin. “Así seguro que no me voy a equivocar” sonrió. Otras organizaciones lo iban haciendo a la par.

 

En el proceso, también se fueron advirtiendo algunas inconsistencias de los formularios, como por ejemplo que en el número de teléfono deja por defecto la característica 011, de la ciudad capital, o que solicita un domicilio constituido en CABA, como dato obligatorio. “Son aspectos a pedir que se corrijan” mencionaron. Sugirieron poner la propia dirección, no completar o poner “no corresponde”. De agregarlo poner también la localidad y provincia para que se entienda. En la medida de lo posible, Jesi sugiere poner los datos que aparecen en los documentos que se presentan. Así fue que para completar algunos campos, hubo que recorrer la documentación para identificarlos. Por ejemplo, la fecha de aprobación de la personería jurídica, el acta de constitución o la fecha de inicio de actividades de la organización.

 

Leyendo estos documentos se devela que el nombre de la asociación es Semilla del Sur y que ellos llaman Semillero al espacio físico donde intercambian las semillas, en coincidencia con el Semillero de formación en redes comunitarias que da marco a estos encuentros. “También está la organización Semillas de Libertad. Por suerte somos un montón de semillas” celebraron en el intercambio.

 

“El trámite se inició con éxito”, anunció la plataforma. “Es muy importante que guarden ese número de trámite” recordó Jesi. “Cuando vuelven a entrar a la plataforma van a Mis trámites y lo buscan por ese número.” La gestión de la RUPeCo es casi inmediata. La VARC otorga un número de trámite que ya permite la postulación al Roberto Arias. Sí se precisa que esté aprobado para efectivizar el otorgamiento de los fondos. Pero ENACOM tiene hasta 3 meses para otorgar o rechazar la licencia. Y en general toma más tiempo que ese para el otorgamiento.

 

Ahora Martin va por la VARC. “Hasta ahora muy sencillo” y vuelve a iniciar el nuevo trámite. “Sin la palabra licencia” le sugieren cuando recorre el buscador de la página de TAD, que incluye el ícono de una lupita. Y la encuentra. Inscribe la persona jurídica y le piden el código de la RUPeCo. Lo pide por partes, le ayudan. Para la primera parte nuevamente recurre a la lupita del buscador. “Cuando hay lupita no permite ingresar nada que no esté en ese menú” aclara Jesi y agrega que si la plataforma plantea alguna dificultad, o tiene alguna conducta rara es probable que se deba al navegador que se está utilizando. En ese caso, la sugerencia es probar con otro navegador.

 

El formulario pregunta sobre qué área va a trabajar la licencia. “Las licencias comerciales se otorgan a nivel nacional y no les preguntan esto. Ningún pliego lo limita. La sugerencia es poner territorio de la República Argentina. Si hay algún cuestionamiento, deberá remitirse al colectivo de Redes Comunitarias”.

 

Jesi insiste en la importancia de realizar esta gestión más temprano que tarde ya que es el primer paso. “Tal vez no puedan hacerla aquellas organizaciones a las que les falte alguna documentación, que puede ser algo trivial, que se resuelve de manera simple o puede ser algo que falte y cuya gestión lleve meses y eso sea un limitante. En ese caso también es importante iniciarla temprano para tener tiempo de realizar estas gestiones pendientes antes de comenzar con la preparación de las carpetas. Las licencias no tienen costos anuales, ni de mantenimiento de licencia.

 

“El encuentro comenzó hace una hora y diez. Y Semillas del Sur ya tiene su registro de RUPeCo y su licencia VARC solicitada” anuncia Jesi. Y la celebración es con aplausos a micrófono abierto.

 

Guías desarrolladas por Altermundi para acompañar estas gestiones.

RUPECO (https://altermundi.net/como-solicitar-el-registro-en-el-rupeco/)

VARC https://altermundi.net/como-solicitar-una-licencia-varc-de-redes-comunitarias/

 

Sobre Semillas del Sur 

Semillas del Sur es una asociación civil que desde hace más de 12 años, viene generando diferentes proyectos en Villa Ciudad Parque, en el Valle de Calamuchita, provincia de Córdoba. La organización, que nació batallando para evitar fumigaciones, cuenta hoy con varias unidades de trabajo.

 

“Nace en abril del 2005, a partir de un grupo de artesanos y artistas que en viaje por latinoamérica encontraron en la vida comunitaria y el trabajo colectivo un camino a seguir, con el objetivo de construir un mundo más justo y amoroso. La organización se llama Asociación Civil Semillas del Sur. El Centro Social y Cultural El Semillero es su espacio físico. Y hoy la integran alrededor de 70 personas” detalla Martín Ferreira, que integra la organización y es quien participa en su nombre en el Semillero de Redes Comunitarias. “La convocatoria surge del trabajo articulado que veníamos desarrollando con Altermundi”, comparte.

 

“En nuestro Centro Cultural El Semillero la experiencia comunitaria ha contribuido a generar múltiples unidades productivas en un mismo espacio. El nombre de Semillero surge de guardianar las semillas que es un evento que se hace todas las primaveras y los otoños. Y de ahí el nombre de cada unidad productiva, que es un brote, una semilla de la que surge otra actividad. En el mismo predio está el Mercado de la Tierra, que vende productos agroecológicos, al lado la panadería y la pizzeria al lado, en el centro la Biblioteca, y más hacia el lado de la calle, la radio el Brote (el brote.org) de la que participo con mi pareja en un programa llamado Cantos Rodados y también en la operación técnica de la radio”.

 

“Los desafíos desde la construcción comunitaria son siempre muchos pero también las satisfacciones de otro modo de desarrollarse, social y culturalmente”, señala Martín dando cuenta de este nuevo desafío que asumen de proyectar una red de acceso a internet para su comunidad.

 

Ya con la licencia en mano se abocaron a la realización del croquis y el mapeo colectivo necesario para avanzar en el proyecto. Para la realización del croquis y del mapeo, les participantes de Villa Ciudad Parque salieron a recorrer el territorio con ese foco. Ver cómo plantear la red, la ubicación de los nodos. En ese proceso debieron asumir el desafío de lidiar con una frondosa arboleda, prácticamente un bosque. “Tuvimos un planteo de red que nos fue imposible realizar. En el año 40 se plantaron muchísimos árboles que constituyen no muros sino acantilados de eucaliptos de 8 o 10 metros” comenta Martín.

 

La consigna propuesta fue anotar todo lo que se veía en ese recorrido en cada uno de los lugares. “Nos sirvió mucho hacer dibujos, de los árboles, de todo lo que veíamos. Nuestra idea era evitar los árboles yendo en diagonal. Queríamos ir hacia un lado del pueblo que es más alto, para iluminar desde ahí la otra plaza, pero nos dimos cuenta que era impracticable, porque por más que fuéramos en diagonales siempre había, no uno, sino barreras de 100 metros de árboles”.

 

“Lo que realmente nos sirvió mucho fue ver el lugar, caminarlo. Descubrimos que la avenida principal se mantiene podada, por el hecho de que por allí pasan colectivos. Entonces definimos que la columna vertebral de la red va a ser ese camino, yendo de un lado al otro en diagonal, aprovechando ese aire y los postes de la avenida. Todas buenas. Nos resultó raro tocar, ver, recorrer, mirar. De Google Maps a cuando estás ahí ves lo que se ve y lo que no” comentó Martin en el encuentro del Semillero en que varias organizaciones compartieron este proceso. “Nos sirvió mucho pensar en lo que iba a ser sostenido por la cotidianeidad del pueblo, que siempre está podando y despejando esas vías principales. Eso nos permitía llegar a la plaza del Bosque de la Memoria que es uno de los lugares principales a los que queríamos llevar la red”.

 

Semillas del Sur tiene buena sinergia con la Comuna de Villa Ciudad Parque, y eso suma al proyecto de la Red. “Tenemos un vínculo muy cercano con la Comuna ya que la actual gestión está en manos de la Unión Vecinal, partido político que nació en El Semillero. Es así que en la actual gestión están trabajando muchos de nuestros compañerxs, varios de ellos fundadores de la organización”.

 

Martin muestra el mapa sobre el que ubicaron los Nodos: uno en la Plaza para iluminar el Bosque de la Memoria, el del medio, en el Club Calahuala, uno en el Semillero que daría al Mercado de la Tierra y un nodo en la antena de la Radio. “Nuestra idea era ir para abajo en el mapa, pero tuvimos que cambiar y fue muy positivo porque nos permitió hablar con otra institución, que es el Club Calahuala que tiene un trabajo social muy interesante desde el deporte, que es parte de la vida del pueblo. Lo interesante para nosotros fue encontrar que la distancia entre Mercado de la Tierra y la radio estaba dentro del rango de los 100 metros, que es una distancia que podemos conectar con cable de red. Y a la vez esto nos va a permitir sumar otro punto con conexión a internet, porque la radio también tiene internet. Nuestra idea es no sobrecargarla pero si hay una emergencia, poder realimentar la red desde allí también”.

 

En el encuentro del 17 de julio Semillas del Sur anunció que se sumaría  otra organización a la red. “Casa Satsanga”, desde el nodo del Bosque, en diagonal. Es una organización que es un resguardo para mujeres en situación de violencia y también madres adolescentes. Sería un fortalecimiento muy bueno para la red contar con ella y para ella también contar con internet. Es muy bueno pensar en fortalecer instituciones de la comunidad.”

 

En el avance del diseño de la red, desde Semillas del Sur Martín va compartiendo inquietudes que surgen, que aportan a la dinámica del Semillero. “¿Cuánta banda ancha será necesaria para que sirva a las personas que transitan por la red? ¿Con qué costo, cómo afrontar el mantenimiento de la red pasados los 6 meses de bonificación que supone el Roberto Arias? ¿Cómo compartirlos con las otras organizaciones? Es un periodo de mucha madurez de esta parte del proyecto y allí surgen estas preguntas” comparte Martin.

 

También surgen preguntas respecto del modelo de acceso a proponer y del cuidado respecto de los contenidos. “Poniendo un nodo en un punto público, siendo este de acceso a cualquier persona, ¿existe posibilidad de filtrar contenido no debido para menores, teniendo en cuenta que son redes libres?” consulta Martín.

 

“Libre no es que necesariamente sea gratuita, y comunitaria no quiere decir que sea abierta a toda la comunidad. Lo comunitario es la perspectiva. Si la abrimos a los 400 alumnos de la escuela, no va a ofrecer nada, solo se va a sobrecargar” aclaró Jesica. “La comunidad decide cómo la abre, qué contenidos permite pasar. La red puede sumar una persona que tiene tres cabañas para uso comercial si así lo decide. Puedo dar una contraseña a las personas que transitan por nuestra red. Una salida puede ser poner contraseña a algún nodo más crítico y abrir otros nodos. Todo lo definen las personas que llevan adelante la red”.

 

“Desde que surgió la interacción con Altermundi y poder generar esta red comunitaria de internet en Villa Ciudad Parque surgieron varias ideas”. Martin adelantó que “a futuro tenemos la idea de tener un servidor donde poner contenidos para que pueda ser de acceso de toda la red wifi, independientemente de lo que es la conexión a internet. Vamos a ver si lo logramos”.

 

“La perspectiva es poner un servidor en el centro cultural, que puedan acceder las personas a contenidos específicos del centro cultural o de la radio ya que la radio cuenta con un portal y eso estaría en línea sin necesidad de tener acceso internet. Pero la verdad es que es una fase posterior a concretar la instalación de la red. Es algo que está en el horizonte. Seguramente así como la radio piensa en poder volcar parte de su contenido en la red comunitaria, también generar un punto de acceso a la tecnología en el Mercado de la Tierra o la Biblioteca va a ayudar a que personas que no tengan esa conectividad puedan acceder desde estos lugares”.

 

Actualmente Semillas del Sur está abocada también a la organización de un encuentro presencial que el Semillero planificó para el 13 y 14 de agosto. “Si bien me toca en lo personal, porque estoy haciendo el curso, la organización la están llevando adelante otras personas, como por ejemplo Nacho, que está encargado de Casa Común y de la estadía de compañeras y compañeros y de otras personas que también van a venir y participar. Mi aporte es la parte técnica y estoy tratando de focalizarme en eso para garantizarlo”.

 

El encuentro presencial está ahora en el horizonte. “La emoción es mucha. Pasar de vernos por zoom a una clase práctica en la que vamos a encontrarnos con personas de todo el país que van a venir es una alegría enorme y genera muchas expectativas”.