Todos los años desde 2018, se celebra el 14 de octubre el Día Internacional de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), cuyo objetivo es hacer visible un problema creciente: el aumento exponencial de estos residuos que no solo trae un gran impacto ambiental, sino también económico y social. En Nodo Tau lo celebramos trabajando en nuestra Planta de Gestión de Residuos Informáticos, un proyecto que pusimos en marcha hace 4 años con tres objetivos: darles a los residuos un correcto tratamiento ambiental, consolidar un espacio de trabajo para jóvenes y recuperar equipos para proyectos sociales. Hoy nos gratifica afirmar que nuestra Planta es una realidad con resultados concretos que dan cuenta de nuestro trabajo.
En estos 4 años logramos:
> Más de 100 toneladas de RAEE tratados,
> 700 equipos recuperados para una segunda vida útil,
> 35 espacios comunitarios que recibieron computadoras recuperadas en la planta,
> y un equipo de trabajo integrado por 8 jóvenes que están transitando su primera experiencia laboral enmarcada en el programa Santa Fe Más y consolidando esta unidad productiva, que es la única habilitada en la ciudad para atender este problema.
Para seguir avanzando en estos logros se hace imprescindible que nuestro país logre definitivamente una legislación nacional de presupuestos mínimos para regular la implementación de Sistemas Integrales de Gestión de estos residuos en cada provincia, que determinen claramente las responsabilidades de todos los actores involucrados en la cadena de producción y comercialización de los Aparatos Eléctricos y Electrónicos, los gobiernos provinciales y municipales y las tratadoras de residuos, permitiendo que tanto las empresas como las personas particulares encuentren procedimientos claros y a la mano para disponer correctamente de sus residuos electrónicos.
Lograr una política sostenida para el desarrollo de estos sistemas aumentaría notablemente la cantidad de toneladas de equipos y materiales recuperados, evitando serios daños ambientales y, a la vez, lograría la generación de más puestos de trabajo y la creación de nuevas unidades productivas en las áreas de reacondicionado y reciclado, de una manera más eficiente en términos ecológicos y económicos.